Enfrentando los hechos: Por qué la salud mental no debe ignorarse

El Instituto para la Investigación de Políticas Públicas recientemente publicó sus hallazgos sobre el alcance de los problemas de salud mental en adultos jóvenes. Warren Honey, rector de Hydesville Tower School en el Reino Unido, explica cómo las escuelas y los padres pueden ayudar.

El Instituto para la Investigación de Políticas Públicas recientemente publicó sus hallazgos sobre el alcance de los problemas de salud mental en adultos jóvenes: el número de casos ha aumentado cinco veces en los últimos 10 años. Este dato representa una confirmación estadísticamente significativa con respecto a lo que se ha visto recientemente en los colegios: los niños sufren cada vez más problemas de salud mental, y por su parte, las redes de apoyo de salud que luchan por hacer frente no cuentan con el financiamiento adecuado. Si bien el informe se centra en los estudiantes que ingresan a la educación superior, a menudo estas dificultades comienzan a afianzarse durante la adolescencia.

Existen diferentes teorías acerca de qué es lo que está desencadenando tal preocupación en los adolescentes de hoy en día, pero muchas de ellas no sorprenden y se conocen desde hace algún tiempo. Las presiones académicas y las preocupaciones sociales son las que más destacan. La organización benéfica para la salud mental adolescente encuestó a 500 jóvenes y descubrió que las mayores ansiedades surgían de las preocupaciones por los exámenes, la sobrecarga de trabajo, las inquietudes sobre la amistad, la baja autoestima y los temores sobre la imagen corporal.

Por otro lado, el “ambiente tóxico” en donde crecen los niños suman a estas inquietudes preocupación acerca del mundo y nuestra seguridad.  Desde la postura termonuclear de Donald Trump y Corea del Norte, al temor causado por los impactantes incidentes vistos en Barcelona, ​​Manchester y otras ciudades recientemente, está claro que crecer en el mundo de hoy es más difícil que nunca.

¿Cómo podemos ayudar? Como colegio y como padres no podemos aislar a nuestros jóvenes de todos los eventos negativos a los que se ven expuestos; esto no los prepararía para levantarse sobre sus propios pies y abrirse camino en el mundo como ciudadanos responsables. Tampoco podemos erradicar todas las presiones e inquietudes, muchas de las cuales tienen como origen las propias decisiones tomadas por la sociedad o sus pares.

Al contrario, debemos todos, como adultos, brindarles a los niños entornos estables y de apoyo, para que puedan crecer con confianza.

En nuestro colegio realizamos sesiones con tutores y lecciones de PSHE (Educación Personal, Social y de Salud) para alentar a los niños a compartir abiertamente cualquier inquietud, y para brindarles la tranquilidad de que existen otras personas con puntos de vista similares. Algunos niños necesitan más apoyo que otros; de ser necesario, asignamos consejeros a aquellos que requieren un apoyo emocional adicional. Nuestros coordinadores pastorales trabajan estrechamente con los jóvenes que pueden estar causando preocupación, y nuestro cuidado individualizado de cada niño nos permite estar alertas ante de cualquier cambio en el bienestar emocional.

Tampoco deberíamos ignorar el poder del apoyo entre pares. En Hydesville aplicamos el trabajo en equipo de varias formas. Por ejemplo, hemos implementado un proyecto de “amigo de lectura” en todo el ciclo básico, donde los niños mayores apoyan a sus compañeros más pequeños con su lectura. Asimismo, en el ciclo de Educación Media utilizamos nuestro modelo de tutoría vertical, de manera que los alumnos mayores ayuden a los alumnos más jóvenes en sesiones de tutoría, modelando perspectivas y enfoques más maduros.

Me siento honrado por la sensación de unión y comunidad presente en Hydesville Tower School durante estos primeros días de mi dirección, y ya soy plenamente consciente de lo extraordinario que es este colegio. Sé que, trabajando juntos, le daremos a cada niño una verdadera oportunidad de superar los desafíos propios del crecimiento.

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